Friday, September 22, 2006


XI. THE DUCHA SENSATION


“Las revistas extraordinarias y el ejercicio físico son formas de castigo habituales en el ejército alemán” (Irma, durante el juicio)

"Cuando nace un niño judío no sé qué hacer con él. No puedo dejar al bebé en libertad, no existen los judíos libres. Tampoco puedo permitirle que viva en el campamento, pues no se dan las condiciones para su normal desarrollo. No sería humanitario enviarlo a los hornos sin permitir que la madre estuviera allí para presenciar su muerte. Por eso, envío juntos a la madre y a la criatura." (Mengele, a unos coleguis)

Hay que reconocer que el Mayor Cranfield hizo bien su trabajo. Aunque tampoco lo tuvo muy difícil... Las pruebas documentales escaseaban y los testigos – sobrevivientes de los campos, lógicamente ávidos de venganza – dejaban muchísimo que desear. Nadie parecía recordar ningún nombre... Helene Kopper incurrió en tantas y tan evidentes contradicciones, que su testimonio fue considerado irrelevante. La acusación de abusos sexuales sobre prisioneros de ambos sexos ni tan siquiera salió a relucir durante el proceso, de puro absurdo. Tal hecho hubiera constituido un gravísimo delito - castigado con la muerte - contra las sagradas leyes alemanas de pureza racial. ¿Una chica tan popular poniendo en peligro su carrera, su reputación y su vida por un quítame allá esa tijereta guarra? Nah. Lo de los azotes en los pechos no se consideró creíble… Lo peor era lo de las selecciones en la rampa. Cranfield logró demostrar que, como hoy sabemos, la tarea de selección de prisioneros para tratamiento especial (Sonder Behandlung) recaía, con carácter exclusivo, en el Cuerpo Médico de las SS. Imaginar a alguien de las características de Mengele, a quien su inmediato superior en el campo, Eduard Wirths (absuelto en el proceso de Nüremberg), se refería como “Honesto, firme, de conducta intachable y firmeza ideológica absoluta”, diciendo algo así como “Venga, rubia, elige tú” mientras guiña el ojillo derecho, resulta francamente ridículo. Por si lo habían olvidado: esto no es M. A. S. H.. Son las SS. Sea como fuere, la acusación de efectuar selecciones para las duchas, (por la que respondieron también otras muchas muchas mujeres del Helfserin Korps, siempre en los mismos términos) tampoco terminó de prosperar. Pero estaba lo demás Todo lo demás…

2 Comments:

Anonymous Esther Rosenblat said...

Queda claro que los testimonios de los "sobrevivientes" no eran creíbles y hasta fantasiosos. Desgraciadamente los juicios fueron llevados por gente estúpida y crédula que sacrificó tanta vida inocente. Bien dice el dicho: no hay peor cosa que un pendejo con poder.

11:32 AM  
Anonymous Anonymous said...

WELOVEIRMAGRESE.BLOGSPOT.COM

7:35 AM  

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