Friday, September 22, 2006


VI. BEGRÜßEN SIE AUSCHWITZ!!


“Al principio me asignaron un puesto de telefonista. Como castigo leve, fui enviada durante dos días a hacerme cargo de un comando de trabajo que transportaba piedras al interior del campo desde una cantera cercana”

No entra con buen pie, precisamente. Su última reunión familiar había concluído con una violentísima discusión con su padre, que la prohibió regresar. Está alterada y confusa… Algunas fuentes – que hay que poner muy en cuarentena –señalan que la sanción pudo deberse a que prestó algún tipo de ayuda a una pareja de internas, madre e hija…
En cualquier caso, el arresto marca un punto de inflexión. El mito amanece:

“Los prisioneros tenían que formar de a cinco. Era mi deber que lo hicieran así. Entonces, venía el Dr. Mengele y hacía la selección” (Irma)

“Ella la golpeó en la cara con los puños y, cuando la mujer cayó al suelo, se sentó sobre ella. Su cara se volvió azul…” (Interna anónima)

Se hace notar, desde luego. Es respetada. Temida. Tiene amigas, se echa un noviete… Allí, en Birkenau , con su uniforme impecable, sus botas altas siempre relucientes, su pelo rubio milimétricamente colocado, su perfume de agua de rosas y su látigo de celofán, que alguien hizo especialmente para ella, es al fin, quién siempre quiso ser. Es feliz.

La leyenda asegura que su trabajo favorito era ofrecer el discurso de bienvenida a los recién llegados. Siempre causa una impresión buenísima. Los internos la llaman “Angel”

2 Comments:

Anonymous Esther R. said...

Era lógico que la chica gozará de su nivel y su trabajo, después de haber pasado penas y hambres en malos empleos mientras los judíos gozaban de riquezas y vidas bohemias.

Debió hacerse un monumento en honor a Irma Grese!!!

10:58 AM  
Anonymous Anonymous said...

WELOVEIRMAGRESE.BLOGSPOT.COM

7:38 AM  

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