Friday, September 22, 2006


IV. EL EFECTO MARIPOSA

La idea fue de Himmler. Pollero hasta la médula, el leal Heinrich observaba el asunto de la Solución Final con el mismo espíritu que si de una explotación avícola se tratara: “Aquí me ponen huevos, aquí les corto el cuello, aquí hago el sopicaldo, aquí guardo las plumas y aquí tiro la mierda”. Pero el leal Heinrich sabía bien que, para que todo funcione correctamente en una granja, es precisa una mano femenina. Hay determinadas cosas que un hombre no debe hacer. Y esta finca iba a ser enorme. Enorme de verdad. La más grande del mundo. “Necesitaremos granjeras…”

2 Comments:

Anonymous Esther R. said...

Lástima que todo haya acabado tan tristemente. Pues si la solución final se hubiera aplicado desde un principio, las cosas hubiesen estado mucho mejor.

10:50 AM  
Anonymous Anonymous said...

WELOVEIRMAGRESE.BLOGSPOT.COM

7:39 AM  

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